Según los últimos datos de la cuenta de alto costo, que corresponden al periodo entre el 1 de julio de 2018 y el 30 de junio de 2019, existen 81.386 personas de 18 años o más con diagnóstico confirmado de Artritis Reumatoide, se estima una prevalencia nacional ajustada por la edad de 0,23 por 100 habitantes y una incidencia ajustada por la edad de 13,98 por 100.000 habitantes. La edad prevalente en el momento del diagnóstico es de 50 años y entre las comorbilidades más frecuentes en pacientes con esta enfermedad están la hipertensión arterial (31,15%) y la osteoporosis (19,46%).1
De acuerdo con el Colegio Americano de Reumatología, la Artritis Reumatoide, “es una enfermedad crónica que causa dolor en las articulaciones, rigidez, hinchazón y disminución del movimiento articular. Las más afectadas son las pequeñas articulaciones de las manos y los pies, sin embargo, también puede afectar órganos como los ojos, la piel o los pulmones”.4
Cabe resaltar que, la rigidez generada por la enfermedad se presenta con mayor frecuencia en las mañanas, y puede durar una a dos horas (o incluso todo el día), aunque, por lo general mejora con el movimiento de las articulaciones.4
Por su parte, María Fernanda Velasco, directora Médica de Pfizer Colombia, señala la necesidad del diagnóstico oportuno como factor clave que puede cambiar la vida de las personas que padecen esta enfermedad.
Deberes Del Paciente Reumatológico
Es fundamental que el paciente se empodere de su enfermedad, así como el médico tratante, en este caso el reumatólogo, indica la doctora Noemí Casas. La especialista en reumatología comparte las siguientes consideraciones, para contribuir al buen manejo de la enfermedad:2
No es Sólo Cuestión de Adultos, ¿enfermedades Reumáticas en Niños?
“La artritis idiopática juvenil es la enfermedad crónica más frecuente en reumatología pediátrica. Está entre las primeras cinco causas de enfermedades crónicas de los niños, pero desafortunadamente la población general la desconoce, por tal razón, es primordial que sea diagnosticada tempranamente”, afirma la doctora Sally Pino.3
Añade la especialista en reumatología pediátrica que, la artritis idiopática juvenil es una enfermedad que se caracteriza por inflamación crónica de las articulaciones, siendo el dolor, la rigidez o entumecimiento, los efectos inmediatos de la patología. Se destaca que, más allá de las complicaciones físicas, la artritis impacta emocionalmente no solo al niño, sino a su familia, pues el dolor genera limitaciones que afectan el desempeño social, laboral e incluso sentimental.3
Dentro de las medidas de autocuidado están: ser consciente y aceptar la enfermedad, pese a ser una enfermedad crónica puede ser controlada, lo que hace que mejore la calidad de vida del paciente. Es importante asistir regularmente a los controles médicos y seguir todas las recomendaciones del especialista, mantener una alimentación balanceada y realizar ejercicio guiado por el reumatólogo. No se debe dejar de lado, que las emociones y el sistema inmunológico están relacionados, por esta razón, es recomendable estar tranquilos, dormir bien, tener buena relación con el entorno, recibir apoyo de la familia y el colegio para que haya mejor aceptación por parte de los niños que tienen la enfermedad.3
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