Hace algunos meses cumplí 25 años de carrera en Pfizer, durante los cuales he tenido la oportunidad de obtener grandes aprendizajes y cumplir diversas metas personales y profesionales. En este tiempo, sobre todo, he entendido, apropiado y promovido el compromiso de trabajar diariamente en la búsqueda de soluciones y terapias revolucionarias e innovadoras en salud para los millones de pacientes que las necesitan. Eso es lo que más me enorgullece de esta compañía.

En medio de la emergencia generada por COVID-19, desde Pfizer, venimos trabajando de manera genuina e ininterrumpida para contribuir a la atención de esta necesidad de salud pública en Colombia y el mundo. Estamos conscientes de las expectativas existentes en una vacuna segura y de calidad contra este virus, que permita lograr el balance entre la preservación de la vida y la reactivación económica, aspectos necesarios para garantizar el bienestar de todos nosotros.

Ese imperativo se ha convertido en uno de mis motores para arrancar cada mañana y personalmente, representa una oportunidad para servir al presente y futuro del país y sus comunidades, por los cuales considero que todos nuestros esfuerzos valen la pena. Nuestro enfoque, basado en la ciencia, nos permite habilitar nuevas posibilidades médicas, para lo cual estamos aplicando inteligencia, pasión e ingenio, buscando garantizar que estos avances sean accesibles para todos.

Hoy celebro la llegada de las primeras dosis de la vacuna de Pfizer y BioNTech contra COVID-19 a Colombia, un momento histórico para ayudar a mitigar esta pandemia y que nos llena el corazón a quienes hacemos parte de estas dos empresas.

Quiero dar las gracias a todos los empleados de Pfizer y BioNTech que han trabajado incansablemente para hacer posible este momento y reconocer los esfuerzos del Gobierno Nacional en este frente. Reitero que, desde Pfizer, estamos dispuestos y comprometidos a seguir trabajando en pro de la salud y el bienestar de los colombianos, en especial, en medio de esta emergencia.