La resistencia a los antimicrobianos, RAM, se produce cuando bacterias, virus, hongos y parásitos cambian a lo largo del tiempo y dejan de responder a los medicamentos, lo que dificulta el tratamiento de infecciones y aumenta el riesgo de propagación de enfermedades, desencadenando en ocasiones hasta la muerte.1
Es de considerar que, la falta de acceso a servicios adecuados de agua, saneamiento e higiene está dando lugar a la propagación de enfermedades infecciosas, lo que a su vez aumenta el uso de antibióticos y, por consiguiente, la aparición y propagación de la RAM.2
De ahí, la importancia de tomar conciencia sobre el cuidado del agua, un elemento vital para la vida y una problemática que afrontan millones de personas que no tienen suministro de agua potable. Según el Panel Intergubernamental del Cambio Climático, IPCC, “aproximadamente la mitad de la población mundial sufre una grave escasez de agua al menos durante una parte del año”.4
El acceso al agua potable, el saneamiento y la higiene representan la necesidad humana más básica para el cuidado de la salud y el bienestar. Alcanzar la cobertura universal para 2030 requerirá un aumento sustancial de los actuales índices de progreso mundiales: seis veces para el agua potable, cinco para el saneamiento y tres para la higiene, así lo determinan las Naciones Unidas.5
La salud pública y la prosperidad, los sistemas alimentarios y energéticos, la productividad económica y la integridad ambiental dependen del buen funcionamiento y la gestión equitativa del ciclo del agua. De este modo, resulta imperioso, tomar conciencia sobre la importancia de cuidar este recurso y reconocer que es un derecho humano, intrínseco a todos los aspectos de la vida. La cooperación en torno a este solvente universal crea un efecto positivo que promueve la armonía y prosperidad, fomentando a su vez la resiliencia frente a los desafíos comunes.4
Ana Dolores Román, Gerente General de Pfizer Colombia y Venezuela, hace un llamado a sentar bases y actuar significativamente en la lucha contra la resistencia antimicrobiana, declarada por la OMS como una de las 10 principales amenazas de salud pública a las que se enfrenta la humanidad,1 y repercute en el cumplimento de los objetivos en materia de salud, reducción de la pobreza, seguridad alimentaria y crecimiento económico. Es primordial, avanzar hacia el cumplimiento de objetivos, como, un mejor acceso a agua salubre y saneamiento, una producción y consumo de alimentos más sostenible y el uso adecuado de los antimicrobianos en seres humanos y animales.2
Tenga en cuenta que, la RAM es un fenómeno que aparece de forma natural con el tiempo y puede estar presente en personas, animales, alimentos, plantas y en el medio ambiente, como, agua, suelo y aire; lo que hace que su propagación sea más fácil y rápida. Entre los principales factores de aparición de la resistencia a los antimicrobianos se encuentran, el uso indebido y excesivo de antimicrobianos; la falta de acceso a agua limpia, saneamiento e higiene, tanto para las personas como para los animales y las medidas insuficientes de prevención y control de enfermedades e infecciones.1
Es de vital importancia protegerse y proteger a los demás de la resistencia a los antibióticos, una medida tan sencilla como la higiene de manos, que toma alrededor de 20 segundos, previene la transmisión de bacterias resistentes; por consiguiente, se pueden evitar nuevas infecciones y reducir el uso de antibióticos, así como el desarrollo de resistencias.6 De igual manera, es muy importante seguir con atención y de manera completa las indicaciones médicas, en especial sobre la cantidad, dosis y tiempo de los antibióticos;7 sin olvidar que, prevenir las infecciones mediante la vacunación, es uno de los principales factores que ayudan en la lucha contra la RAM.8